Teorías de la magia. Un compendio de filosofías. Vol. I. Elondra Faris, Belzhan Niaf Y Serafín Elubiarte

[…], lo cual no es de extrañar entre las gentes que no han alcanzado una educación básica, es decir, la inmensa mayoría de gentes que habitan nuestro mundo. Sus conocimientos sobre la magia suelen basarse en la superstición, en las historias de antaño, los cuentos para niños, las canciones de bardos y otras formas de la herencia cultural popular. Estos cuentos y canciones suelen ocultar ciertas verdades, casi siempre disfrazadas en pos de que el relato consiga su objetivo metafórico: normalmente alejar a las personas vulnerables de aquellos que podrían causarles grandes males usando sus armas arcanas.

Si saliéramos a preguntar qué tipo de magia existe a un tabernero o a un vendedor ambulante de cualquier pueblo de las Laderas de Almidón (en la península de Asen), seguramente respondería diciendo que de curación y de destrucción; si fuéramos preguntando por las calles de Blindeva (Otoar), tal vez su respuesta fuera más elaborada y nos hablaran de la magia primordial o de los cuatro elementos: el agua, el fuego, el aire y la tierra; y si nos dejáramos caer en una isla remota del Océano de Birioto, seguramente no sabrían ni siquiera lo que es la magia o negarían su existencia.

Sin embargo, nosotros sabemos que sí existe la magia y que está, de hecho, en todas partes. Cualquier usuario de la magia podría recurrir a ella en el lugar más recóndito de Asrakurr, y allí estaría, acudiendo al servicio del conjurador. La teoría de la Magia sedentaria se fundamenta, en buena parte, en este aspecto. La superficie de nuestro planeta, en toda su magnitud, contiene bajo ella toda la magia a la que recurrimos, da igual el conjuro que lancemos, la tierra, el mar, la lava, una montaña, etcétera, siempre albergan en su interior una cantidad suficiente de energía arcana para servir la necesidad del conjurador. Es decir, toda la magia que percibimos, vemos o usamos se levanta del suelo para satisfacer la necesidad arcana del conjuro. Otra cosa es decir que el conjuro requiere de esta magia su vertiente de fuego, o un cambio de formas o tamaños, o una parte luminosa, sea cual sea el requisito, el tejido arcano subterráneo es el mismo, pero ofrece una cualidad arcana distinta.

Si un conjurador experto en agua tira del arcano elemental (término que usaré para denominar de ahora en adelante la acumulación de energía arcana subterránea), recibirá la energía en bruto y la transformará en el conjuro para que tome forma a través de sí mismo. Si un conjurador experto en la magia de los objetos sólidos y su movimiento tira del mismo arcano elemental, se aprovechará de la energía para reconducirla y mover la roca que obstaculiza su camino. La voluntad y experiencia del conjurador son los tamices que atraviesa la diminuta porción arcana a la que se recurre con el conjuro. Además, se trata de un préstamo de energía, puesto que cuando el conjuro finaliza, la magia se deposita de nuevo en el suelo por el efecto de la propia gravedad arcana, y vuelve a formar un todo. Esta es una de las razones por las que esta teoría se define como la Magia sedentaria.

Tal vez hayan llegado ya a la lógica conclusión de que esta masa de energía arcana sea un único cuerpo cambiante conectado en todos sus puntos. Es una masa inmaterial que se adapta de manera flexible a los relieves de la superficie. Está entre las hipótesis de los defensores de esta teoría el hecho de que es la misma magia sedentaria la que potencia el movimiento de rotación del planeta y su traslación alrededor de Azala. Lamentablemente es algo que no hemos podido demostrar, aún están por crear los conjuros necesarios para lograr tales proezas. Y, si alguien lo consiguió en el pasado, no ha quedado constancia de ello.

[…]

Otros puntos de exceso arcano se han localizado en lugares más remotos y se han documentado gracias a la fiabilidad de los testigos. Alfira Sezesh, uno de los magos más reconocidos en las academias de la Costa Granular, al sur de Ibesán (a saber, Préntagol, Hadijaya y Turivern), ha dedicado gran parte de sus años de estudio a recorrer el mundo salvaje del continente de Ehringheim. Allí ha conseguido datar varios puntos de rebose (según su propia terminología) a través de los cuales, el remanente arcano escapa del arcano elemental, para luego ser atraído de nuevo al mismo. Este remanente se eleva hasta grandes altitudes y es observable en la noche por el fulgor característico que emite. El sur de Ehringheim contiene, al menos, cinco puntos en los que este fenómeno es visible (en caso de que alguien quisiera comprobar estos puntos, le remito al Libro de Viajes de Alfira Sezesh, donde encontrarán los detalles suficientes para aventurarse en tamaña locura). ¿Tiene otras propiedades arcanas este remanente del elemental arcano? Es algo que aún desconocemos, pero es, aparentemente, el camino para descubrir más sobre los elementales arcanos del espacio y de otros cuerpos celestes, ya que este podría ser su punto de conexión con nuestro elemental arcano. Por suerte, para que estos estudios prosigan, no hace falta que nadie arriesgue su vida viajando al mundo salvaje que guarda Ehringheim, puesto que el norte de Panastra (ya mencionado anteriormente), así como la región helada del norte de Aelwegard, han sido señaladas por otros magos como puntos en los que también se puede observar este fenómeno de escape arcano.

En el territorio helado de la península de Ranjit hay dos puntos documentados por la hechicera primera de la orden de Yiyuan (de la región del mismo nombre), Fierya Sanyong. Uno de ellos se encuentra en las Crestas Vientosilbante, hacia el inicio del Glaciar Marengo. El otro se encuentra en el Cabo Puentielo, al noroeste de la región […].

Extracto de la Teoría de la Magia Sedentaria, recogida por Elondra Faris.

Deja un comentario